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viernes, 31 de diciembre de 2021

#Innovación una década después - para repensar la innovación (2021)

#Innovación una década después - para repensar la innovación (2021)

Resumen 2021 (post, charlas, estudios, artículos, entrevistas, conversatorios y webinars) que aporten una mirada renovada a la innovación en el 2022.  

El 2010 presenté el primer resumen de innovación en mi artículo “Innovando ... 2010 ... resumen y conclusiones” el 20 de Diciembre del mismo año (ver http://www.christianestay.com/2010/12/innovando-2010-resumen-y-conclusiones.html). 

Y una década después o mejor dicho una década+1, el 2021 fue un año animado en temas de innovación en mi blog.

A continuación temas cubiertos sobre la innovación y en los cuales he planteado estas ideas.

  • Innovación abierta y ágil.
  • Innovación: fundamentos, pasado y futuro.
  • Innovación en acción - contextos, estrategias, planificación, insigths y experiencias.
  • Innovación, estrategia, emprendimiento y proyectos.
  • Innovación - transformación digital - ODS. 


Lo que escribí de innovación, innovadores, y sobre el "innovando".


    Innovación abierta y ágil.

    • Claves de la innovación ágil - Agosto 11, 2021 - https://youtu.be/iRfKdMqeGIk
      • En esta entrevista comparto la importancia de que la innovación sea ágil, pero sin confundir que ser ágil es ser innovador, sino de que el marco ágil ayudaría a conseguir una innovación más efectiva y no tan burocrática como está ahora.



    Innovación: fundamentos, pasado y futuro.



    • Perspectivas de Innovación 2021: Contexto, herramientas y enfoques - Junio 18, 2021 - https://www.researchgate.net/publication/352523777_Perspectivas_de_Innovacion_2021_Contexto_herramientas_y_enfoques - https://es.scribd.com/document/512300821/Perspectivas-de-Innovacion-2021-Contextos-herramientas-y-enfoques
      • En este estudio se plantea una idea, que se concretó en un objetivo: dejar de hablar de un año de pandemia, de COVID, y de que todo era “RE-algo” . Se quería tener visiones, perspectivas, narrativas nuevas, que fortalecieran un 2021 donde los desafíos no son la excepción sino lo normal, y donde la innovación no es fin sino una misión. Surgió un espacio donde la meta era dejar de seguir repitiendo fórmulas, consejos, frases o clichés “archi repetidos”, y mucho menos de seguir hablando de sueños y aspiraciones. Se compartieron experiencias, se hizo retroalimentación, surgieron palabras nuevas, y se avanzó en la construcción de nuevos escenarios de actuación de cara a un 2021 donde las personas, las organizaciones, y la sociedad deben tener respuestas con acciones sólidas. Se buscaba una mirada diversa, fresca, y renovada, para llevar adelante una innovación que supere sus limitaciones con prácticas aplicables para un 2021 donde se debe actuar y conseguir resultados concretos. Y se consiguió. A continuación, serán expuestas las principales ideas debatidas, los nuevos paradigmas propuestos, así como algunas de las experiencias de implementación en cuanto a la planificación estratégica, el marketing, transformaciones a nivel organizacional o nuevos enfoques de política pública, todo ello en relación con la innovación como herramienta y como eje transversal de todos estos ámbitos.



    Innovación en acción - contextos, estrategias, planificación, insigths y experiencias.




    • Innovando digitalmente desde LATAM en nuevas experiencias de clientes - Septiembre 8, 2021 - https://youtu.be/0ft-r5M7eoA
      • En este conversatorio compartí con profesionales de Chile, Perú y Ecuador experiencias innovadoras y de innovación en estrategias de relacionamiento con clientes en dos años “pandémicos”, y todas experiencias que generación estrategias a partir del diagnóstico continuo y sistemático del estado de madurez de sus culturas de innovación.

    • Latinoamérica innovando en tiempos de crisis - Mayo 12, 2021 - https://youtu.be/Z2L81qDfm0Q
      • En este conversatorio compartimos con profesionales de empresas de Chile, Colombia y Brasil, experiencias exitosas de generación de estrategias de innovación a partir de la medición constante y formal del estado de madurez de la cultura de innovación.    


    • Smart Cities, ciberseguridad, protección de datos personales, e innovación sostenible - Febrero 11, 2021 - https://youtu.be/lBmaip79Nlw
      • En este conversatorio revisamos con profesionales de Ecuador y de España los desafíos y retos futuros que una ciudad inteligente que desea innovar o ser innovadora enfrenta en la realidad actual de riesgos de ciberseguridad y en contextos regulados legalmente en materia de datos personales.



    Innovación, estrategia, emprendimiento y proyectos.


    • Ingeniería de proyectos de innovación - métodos, diseño y experiencia: caso sector seguros - Junio 29, 2020 - https://youtu.be/aNOXjeAFDYY
      • En esta charla expuse el concepto de ingeniería de proyectos de innovación con un caso aplicado en el sector seguros.


    • Innovación y Speedplanning: Planificación creativa en tiempos inciertos - Abril 9, 2021 - https://youtu.be/SrAh4Hz0cK4
      • En este conversatorio con un profesional de España vimos cómo estructurar una planificación estratégica innovadora en entornos inciertos con el método speedplanning.


    • Procesos para innovar - Caso de éxito en Chile - Enero 27, 2021 - https://youtu.be/4_hbm4SR1QM
      • En este conversatorio vimos un caso exitoso de puesta en marcha de un proceso y área de innovación en una organización chilena tradicional y poco propensa al riesgo, y todo ocurrió en un año pandémico.


    • Vinculación Universidad-Empresa - el caso chileno - Enero 18, 2021 - https://youtu.be/qH_-Ts8qsdE
      • En este conversatorio comprendimos cómo crear un ecosistema robusto viendo la experiencia de una universidad chilena.


    Innovación - transformación digital - ODS.








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    Imagen: fuente https://masmadera.net/.


    jueves, 31 de diciembre de 2020

    Innovación y des-innovación pública y algo de Smart City -mejores criterios tecnológicos y producir mejores resultados- (2020)

    Innovación y des-innovación pública y algo de Smart City -mucha inversión en tecnología, pocos resultados- (2020)
    Photo by Johannes Plenio on Unsplash

    En este post presento los tres temas que abordé sobre el tema público en este extraño año 2020: tramitología inútil, innovación pública e integración digital.

    Conclusión. Mucha inversión en páginas web, en plataformas y en TIC, pero muy poco en adaptar los comportamientos de servidores y servidoras públicas y de ciudadanas y ciudadanos. 

    Hay que buscar mejores criterios para invertir en tecnología y centrarse en resultados más amplios y concretos aunque sean demasiado cualitativos.

    Desastres públicos - tramitología inútil - interoperabilidad humana nula. 2 historias asombrosas.

    Publiqué historias reales sobre malas experiencias an trámites en el sector público donde las TIC se han desplegado pero los resultados siguen siendo nulos o "desesperantes".


    Innovación para una mejor finanza y contabilidad pública.

    Este es un compendio de manuales sobre cómo aplicar la innovación para generar propuestas de ingresos en gobierno locales. Cabe acotar que la innovación se aplicó a dos niveles, al momento de comprender y resolver el problema de generar nuevos ingresos, y en una herramientas creada específicamente para que los actores públicos innoven en su gestión (modelo de negocio de nuevos ingresos). Además de los ingresos, esto mismo se hizo para la contabilidad pública.


    Smart City - entre lo conseguido y la nueva realidad.

    Y llegó el COVID y nos confinamos. Y este 2020 la ciudad paso de ser bullante a una ciudad silenciosa y rebelde que demanda nuevos comportamientos y nuevos espacios de integración.



    • "SmartCity, SmartTerritory, SmartRegión, DigitalRegion y la integración digital" -Diciembre 28, 2020-.

    Innovación en escenarios VUCA y disruptivos (duración: 1:24:53)

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    Resúmenes anteriores por tema y año.

    Aquí podeis ver la lista de resúmenes de este blog: http://www.christianestay.com/search/label/_Resumenes.


    Transformación Digital, Ingeniería Organizacional y Reingeniería. 


      Redes sociales y marketing.


      Innovación Estratégica y Estrategia de Innovación / Innovation as a Service.


        Despliegue TIC / ICT management as a Service.


          Aprendizaje y desarrollo organizacional mediado por TIC, MOOC y e-learning.


          Ingeniería, gestión y acompañamiento de proyectos. 


          Gobernanza Digital, Gobierno Electrónico, OpenGov, OpenData, Smart City, y Sector público y TIC. 


          lunes, 28 de diciembre de 2020

          #SmartCity, #SmartTerritory, #SmartRegión, #DigitalRegion y la integración digital

          Este post es un breviario de los conceptos de Smart Territory, Smart Region, y Region Digital, obviamente ligados al de SmartCity, como nuevos continentes de convivencia y de equilibrios, y su relación con el fenómeno de la digitalización y el confinamiento.

          Es un post con ideas acerca de las nociones de Smart Territory y Smart Region, como nuevos continentes de convivencia y de cómo surge una relación con lo digital que permite hablar de encadenamientos para comercializar el algoritmo de gestión de una empresa.

          Smart Territory.

          Cuando se habla de Smart Territory se hace referencia a una necesidad de integración.

          Smart Territory es pensar que una ciudad no se abastece sola, está conectada, y por lo mismo estamos ante algo más complejo. Este concepto es vital en ciudades pequeñas que no pueden existir sin su entorno.

          La ciudad se debe a los recursos de sus alrededores, de las llamadas zonas rurales.

          Por eso Smart Territory significa un territorio inteligente que involucra el sector urbano y las áreas rurales o extra urbanas como parques industriales, barrios dormitorio, zonas francas o de desarrollo económico no urbanos, o zonas sin desarrollo económico que quedan fuera del interés urbano general o de interés de desarrollo.

          Y, por lo mismo, un Smart Territory implica formas de gobernanza que deben co-existir con la distribución administrativa donde pueden, o no, municipios distintos. Y, quiérase o no, se comienza a ver la necesidad de preocuparse del coste ambiental de desplazamientos, el cual por el contrario, permite conectar localidades o territorios abandonados.

          Smart Territory es un espacio en el que se disminuye el impacto negativo que se ha producido hasta ahora en geografías abandonadas o pueblos pauperizados por la eclosión urbana.

          En un Smart Territory todos son conscientes de que sus acciones dejan huellas en la naturaleza y que la única salida es buscar soluciones para un desarrollo sostenible que será posible con un desarrollo humano integral que ponga en el centro de sus valores la innovación, el conocimiento y la conciencia social.

          En un Smart Territory la colaboración es clave entre territorios que pueden incluso ser desconocidos entre sí, donde lo único que comparten son personas.

          En un Smart Territory surgen brechas cuando colindan espacios urbanizados y espacios rurales. Y ni hablar de territorios insulares, comúnmente pequeños, donde el territorio puede significar otras islas y/o territorios costeros continentales.

          Smart City y Smart Territory: Smart Region.

          Desafíos no son pocos, pero el más importante es que las personas no deben seguir pensando en Smart como sinónimo de dispositivos informático-electrónicos digitales.

          Sin embargo, es gracias a las tecnologías TIC, que surgen regiones con cierto aire productivo y económico, o de interés que busca unificar y converger en estrategias comunes actividades rurales y/o urbanas mediante los datos.

          Pero cuidado. No se trata de unir e interconectar territorios mediante datos digitales. Pues podemos unir territorios y crear regiones por tecnologías y procesos no digitales, pudiendo así tener corredores productivos, zonas francas (que también las hay digitales), y muchos otros modelos.  

          Pero volvamos al tema digital. En una Smart Region predomina lo digital o al menos se intenta que predomine. Así, uno de los grandes desafíos es la alimentación de datos útiles para la tecnología.

          Los datos necesarios para desarrollar las tecnologías útiles vienen de todas partes, escuelas, museos, empresas, gobiernos, medios de comunicación, ONG, los propios ciudadanos y los sensores que comienzan a estar por todas partes lo cual incluye drones, sensores ambientales, detectores de cambios climáticos o de oleaje, entre otros. Además, de todos los elementos digitales desplegados en zonas rurales que se unen en conceptos como Agroindustria 4.0 o Transformación Digital del sector rural o de empresas del sector primario.

          Toda esta conectividad y sus nuevos volúmenes de intercambio y flujo llevar a procurar evitar la intoxicación por exceso de información que en tiempos actuales será todo un reto, además de poder convertir esos datos en resultados útiles qué, en suma, será lo que definirá si una ciudad y un territorio son inteligentes o no, y hará perdurable la Smart Region.

          Otro de los desafíos los enfrentarán las pequeñas ciudades y los territorios menos desarrollados, pues el costo de la tecnología es alto y de difícil inversión cuando existen problemas de base aún no resueltos como desempleo, falta de impulso en importantes sectores económico de una región, corrupción y deformación social.

          Pero así como existe esta intoxicación existe también la des-información. 

          Ya sea por tamaño, por el estado de avance de la tecnología, por disponibilidad de comunicaciones en el territorio, por disponibilidad de personal especializado en tecnologías, problemas presupuestarios, o de cualquier otro tipo, la realidad es que existen algunas organizaciones, muchas veces las más cercanas y las más necesarias por los ciudadanos no urbanos, que no pueden llegar a disponer de avanzados sistemas de información en sus territorios. 

          Smart City y Smart Territory deben estar integrados, son simbióticos y se desarrollan de forma paralela.

          Para el desarrollo de un Smart Territory debe existir una administración o gobierno innovador.

          Estos gobiernos deben saber hacer uso intensivo de la tecnología en la tareas de gestión de recursos, personas y servicios públicos y que sea capaz de absorber las ventajas de la gran cantidad de datos y aplicaciones disponibles.

          Y, se trata de alcanzar un desarrollo sostenible e inclusivo -razón de ser de la Smart City y que sirve de pilar y pivote hacia territorios colindantes-. 

          Lo anterior requiere no sólo la puesta en marcha de complejos sistemas de información, sensores, etc. sino un cambio de visión a nivel político donde la definición de políticas públicas incorpore el desarrollo sostenible como parte fundamental del progreso socio-económico de la comunidad.

          Los territorios se dan como parte de una estructura menor a las ciudades, dando la posibilidad que todo territorio pueda beneficiarse del uso y la apropiación de las TICs. Pero esto no es un aproximación geográfica, sino en preponderancia, madurez y posibilidades Smart de la ciudad respecto de sus territorios.

          Smart Region y Digital Region.

          Una Región Digital o Digital Region es un Smart Region basada en datos y prospectada hacia la innovación.

          Ojo, recordemos de nuevo que anteceder la palabra Smart a la palabra City, no significa uso de TIC, sino uso inteligente de TIC, aunque ello implique no usar TIC.

          Por lo anterior, hablar de una Región Digital, se habla de una Smart Region nacida y sostenida en lo digital. Ah, y por supuesto, esto lleva a hablar de que existe un Smart Territory Digital.

          Al añadir la digitalización a nivel de territorio, sea crea o surge una región digital. Por ello hablar de territorio smart y región digital es lo mismo.    

          Cabe acotar que en el caso de Ecuador se llegó a generar un indicador a nivel parroquial que permitía dar pautas para generar planes específicos para la digitalización de un territorio. 

          En otros países los territorios digitales se pueden ver desde desarrollos urbanos masivos hasta barrios que comparten conectividad inalámbrica, seguridad e incluso servicios de televisión IPTV.

          Los territorios o regiones smart aportan muchas ventajas y muchos dolores de cabeza.

          Los dolores de cabeza incluyen  estas áreas no se limitarían a la jurisdicción de un organismo de gobierno público como una municipalidad, si no que podrían abarcar más de uno o cruzar varios, o poblaciones más específicas mucho menores a un territorio geográficos para atacar retos específicos según sus necesidades, como por ejemplo iniciativas para el sector agrícola, de transporte, control de mercancías, etc.

          La coordinación de diversas infraestructuras de tecnologías de la información, sistemas, políticas e incluso culturas de las diversas instituciones involucradas y de los diferentes territorios geográficos rompe modelos de competencias y/o sectores industriales,

          Por ello se debe lograr que muchos sistemas, procesos y personas que funcionaban de manera independiente se interconecten y comuniquen eficazmente entre sí. Pero además de una formación ad-hoc de capital humano y social que soporte y siga impulsando el desarrollo de Smart Territory y/o Smart Region.

          Y, es más, su política también debe reconocer la variedad de aspectos que conforman un territorio o ciudad, en ámbitos como el cultural, ambiental, institucional, de desarrollo urbano, económico, etc, para lograr un desarrollo efectivo y sostenible.

          La integración digital.

          Si algo se ha acelerado es que la idea de vida territorial ha desaparecido.

          Primero, la digitalización y la transformación digital ya estaban rompiendo las fronteras administrativas y geográficas de las ciudades y sus entornos.

          Segundo, el COVID-29 deslocalizó la ciudad, la dispersó de forma ubicua.

          Ahora, la ciudad es donde están las personas y ahora las personas se han dispersado. 

          Si antes de febrero del 2020, el objetivo final de los conceptos Smart City, Smart Territory y Smart Region estaban totalmente alineados respecto construir territorios innovadores “capaces de construir sus propias ventajas competitivas en relación con su entorno, dentro de un mundo complejo, global e interrelacionado, con el propósito de lograr” un desarrollo sostenible, ahora simplemente deben focalizarse en ser sostenibles y retener digitalmente a las personas. 

          Por ello se puede hablar de espacio digital, que aporta oportunidades de integración inesperadas.

          Si antes los negocios, las ciudades, las personas, los mercados, se integraban por motivaciones físicas, ahora se puede hacer integración digital, encadenando oportunidades de forma digital, no necesariamente modelos de negocio, ni enlazamientos productivos ni porque entre actores compartan una base datos o intercambien correos electrónicos. 

          Y esta idea tampoco no se refiere a empresas digitales, sino a cualquier agente económico con una mínima madurez digital, pero con suficiente capacidad de visualizar oportunidades de forma distinta. 

          Así podremos hablar a futuro de corredores digitales, encadenamientos digitales, cluster digitales con empresas ancla, y así sucesivamente. 

          De esto se hablará el 2021, pero ojo ... esto insisto, esto no significa crear parques tecnológicos digitales, ni de economías naranja, ni de modelos colaborativos, sino de que hay que poner en marcha espacios de integración donde los actores se unan para desplegar nuevos enfoques de negocio, compartan o comercialicen sus algoritmos de negocio o gestión, y así sucesivamente innovando, co-innovando o simplemente creciendo juntos.  




          jueves, 10 de septiembre de 2020

          #SmartCity - ¿qué pasa ante las nuevas interfaces y las nuevas movilidades?

          #SmartCity - ¿qué pasa ante las nuevas interfaces y las nuevas movilidades?
          (Adaptación de publicidad de Six Feet Under)

          En este post hablo de las nuevas interfaces y movilidades que viven las ciudades y su impacto en la idea de SmartCity.

          El objetivo es reflexionar de ciertas cosas que han cambiado, pocas, y otras que no han cambiado, muchas. 

          El post se expone con una perspectiva reflexiva y de ensayo (no tanto), y concluye con preguntas cuyas respuestas inciden en la Smart City. 

          Y esto porque las ciudades llevan mucho tiempo pensando como ser Smart City. Teoría, práctica y resultados han ayudado a generar abundante documentación, modelos y puntos de vistas.

          Pero resulta que sale el COVID y cambio un poco o mucho las reglas del juego. 

          Y por lo mismo reflexionar un poco del tema puede servir, si bien ahora todo dependerá de lo que pase en los últimos meses del 2020, pero hay dos cosas que al parecer perdurarán en las ciudades : las nuevas interfaces y las nuevas movilidades.


          ¿Hablamos de nueva normalidad o nueva realidad?


          Desde Marzo hemos vivido un tobogán de emociones que conviene repasar pues sirve de antecedente al comportamiento humano.

          En Marzo, ante el encierro global, fue el momento en que nos dimos cuenta, usando el concepto de McLuhan, que éramos una Aldea Global, y hubo una explosión de deseos por un nuevo mundo. 

          Las semanas pasaron y cobró fuerza la reinvención de todo. 

          Comenzó a haber una explosión de webinars, como el nuevo Netflix y comenzó a repetirse expresiones como "Innovación en la era de crisis", "Innova o muere", entre otras expresiones cliché. 

          Pasaron los meses de la era COVID-19 y asistimos al re-ordenamiento de fuerzas aprovechando la geopolítica sanitaria y un llamado a finanzas conservadoras, dejando claro que comenzaba una nueva era: la era post COVID-19 que garantiza algo claro, un gran freno económico

          Comenzó la plétora de selfies en videoconferencias. Antes contábamos likes en un post, ahora contamos caras de asistentes a una video conferencia. Comenzó la guerra del zoom masivo.

          Apareció el teletrabajo como reacción y luego vemos con asombro que las mismas consultoras que promueven el teletrabajo, ahora dicen que están listas para volver a la oficina

          Ni hablar de la gestión a distancia que podría haber sido la antesala a los nuevos modos híbridos de trabajo, pues ni se escucha ni se lee mucho. 

          Pero todo lo anterior, ocurría en las redes de comunicaciones, en internet y la televisión. ¿Qué pasaba en las ciudades?

          Las ciudades se vaciaron. Sin embargo, habían personas que las veíamos moverse. 

          Las redes sociales saturaron el espacio digital destacando héroes y heroínas que muy merecidamente lo son y serán: personal sanitario, policías y fuerza del orden y seguridad, agricultores, y muchos otros. 

          Sin embargo quedaban fuera el personal de limpieza de las ciudades, loa guardias de edificios, los cajeros y cajeras de tiendas y supermercados, y muchos héroes y heroínas anónimas, lo de siempre, pero que en realidad son quienes siempre han garantizado lo que podríamos decir son “los mínimos” de subsistencia de las ciudades. Como la película el Club de la Lucha, quienes mueven y hacen las ciudades son los invisibles que la dominan

          Y en paralelo a todo esto, las personas comenzaron a salir. 

          Se constató que las personas cumplen e incumplen normas, independiente del nivel de desarrollo del país. La “picaresca” ante los salvoconductos se dio en cualquier estrato socioecómico.

          Y en todo este orden y caos de cosas, la narrativa urbana evita hablar del COVID-19, pero no le anula en la cosmovisión diaria, simplemente lo estamos llevando a un nivel de noticias donde al parecer está en conflicto la disciplina, la vigilancia y los desaciertos de las empresas, los gobiernos y las instituciones frente a la supuesta “viveza” de los ciudadanos que va entre la supervivencia y el ocio.

          Esta normalidad que ha emergido y ha mostrado que las personas somos más iguales en comportamientos que lo que creíamos.

          Cabe preguntarnos si estamos realmente ante una nueva realidad o ante una nueva normalidad que es la misma de antes pero con mascarrilla.

          Y ¿qué pasa con las ciudades?


          La movilidad restringida y constreñida que será o no será.


          Partamos hablando de que el consumo cambiará. Es cierto que ya se ha escrito mucho del tema en pocos meses, pero algo que no se ha dicho, es que las reglas para tomar decisiones han cambiado y por ende el tiempo en la ciudad ha cambiado.  

          Aún se sigue escribiendo del nuevo consumo. Pero nadie dice que el nuevo consumo nunca cambió, cambiaron las condiciones de suministración, algo de lo que nadie habla. 

          Esto es simple. Ahora se sale poco. Se piensa mucho antes de salir, se analizan precios, se planifican rutas, horarios y, si hay restricciones de movilidad, ya todo es más organizado, o simplemente se obvia cualquier regla. No se sale todos los días o se sale cuando se quiere. 

          Se observa que el distanciamiento social es una métrica variable según cada persona. Además autoridades nacionales, regionales y urbanos, no necesariamente son ejemplo a seguir. 

          En síntesis, hay dos tipos de personas.
          • Las personas que se están moviendo moviendo menos, y cuando lo hacen, se planifica para reducir los desplazamientos, combinado con una idea de buscar comercio y ocio de cercanía:
          • Las personas que no cumplirán reglas, normas ni peticiones, y que no sabemos por donde andarán.
          Ojo, no hay buenos ni malos. Son personas usando su libertad.

          El gusto de recorrer la ciudad ha caído. Ya no tenemos la opción de recorrer la ciudad o de disfrutar sus espacios como antes. Ahora hay que hablar de disfrutar la ciudad de forma distinta. 

          Colegios y muchas oficinas están cerradas. Cafeterías, bares, y restaurantes están aguantando. Cines, gimnasios y centros de ocio están esperando a ver qué pasará. Plazas, parques y pulmones urbanos están casi desiertos. Tenemos teletrabajo y una oferta de internet muy grande en casa, que nos deja en casa. 

          Visitamos más el comercio online, y si hay que salir, analizamos más los precios, aparte de que nuestros gustos están evolucionando y conforme avanzamos en modo pandemia, los intereses están evolucionando y miramos los precios frente a su evolución respecto de la liquidez personal, familiar, de la ciudad y del país. 

          Vivimos la era en tenemos la opción de decidir si movernos o no dentro de reglas, o de pagar para que otros se muevan por nosotros.

          Nos estamos acostumbrando a salir lo preciso, coordinados con las normas de desplazamiento, distanciamiento social, estados de emergencia, ordenanzas municipales, cuarentenas localizadas, y toque de queda que constriñe nuestro libre albedrió con movernos cuando queremos y donde queramos. Y, más recientemente, viviremos los planes de auto-responsabiidad y co-responsabilidad.

          El transporte evolucionó. Restringido y coartado. Vemos surgir la micromovilidad (bikes y bicicletas) como oportunidad para quienes puedan usarlas. 

          El delivery se ha adueñado de la movilidad. Son las nuevas pandillas. Pero son la nueva clase desfavorecida, la cara visible y mediática de una ciudad que sigue vive, pero también es la cara oculta de las economías colaborativas. 

          El delivery es el nuevo e-commerce, algunos dicen que son la nueva vía de propagación del COVID-19, pero ahí están, libres con su ensordecedor ruido del cual nadie se hace responsable aún, pero que refleja la nueva modernidad. El delivery marca la nueva geopolítica urbana mezclando la economía del confinamiento, de la plataforma y de la distancia responsable, en nuevos territorios trazados desde lo digital.

          Pasamos de las apps que nos reportaban sobre el tráfico y buscaban mejorarlo, a apps que monitorean personas con COVID. 

          Y a apps que simplemente permiten comprar de todo.

          Vivimos una movilidad planificada, donde la narrativa evolucionó de sentirse libre de decidir, a una narrativa urbana que marca el territorio de decisión. 

          Las personas podrán cumplir o incumplir una normativa, pero siempre estará dispuesto a cumplir lo que diga una app de delivery.
            

          La ciudad como interface y las nuevas interfaces.


          Vivimos en ciudades con barrios o sectores en cuarentena. Regulados por interfaces normativas, sean leyes, normas gubernamentales o decretos municipales, que evolucionan a diario. 

          Interactuamos detrás de mascarillas, gafas y protectores de diverso tipo, desde guantes hasta trajes biosanitarios, las cuales continuamente son rociadas con líquidos que marcan la interface espacial con un halo de confianza y tranquilidad. Son nuestra nueva interface del contacto.

          Vamos a comercios donde debemos hacer fila cada dos metros parados en marcas en el suelo. Nos toman la temperatura. Nos miran, A veces hay policía dentro de los comercios. Vivimos tranquilos con cámaras que ahora nos vigilan, para el bien común y personal, por el momento. 

          Como en Six Feet Under o Dos metros bajo tierra, que reflexionaba sobre el encuentro del yo interior, ahora construimos el yo social a dos metros de distancia, donde la distancia es la nueva piel social. 

          La economía que de cierta manera imponía interfaces comerciales y sistemas de precios, ahora en un mundo digital, se aplana, pues la oferta es mundial y competitiva. Un niño ahora puede estudiar en un colegio fuera de su país a precios competitivos, con nuevas interfaces culturales y a precios asequibles y con calidad equivalente. 

          En suma, el COVID podría haber hecho desaparecer las culturas. Con el COVID, ya no hay millenials ni boomers. El COVID nos puso a todos en la misma línea de partida de la carrera digital. 

          Y todo esto, sin considerar que vivimos la interface digital que nos aleja del coqueteo del cuerpo, de la viveza del gesto corporal, y del candor de sentir una piel y no una máquina. 

          Estamos arrojados a la supuesta nueva realidad de estar ahora más conectados que nunca, pero con las mismas interfaces de siempre: cámaras que nos permiten vernos en cuadritos, correos electrónicos, mensajes de teléfono y de whatssapp, apps que suelen reflejar más una homogeneización que reflejar la riqueza humana. Y foros y carpetas con documentos o más bien cientos de miles de fotografías, capturas de pantalla, videos y audios de nombres a veces indescriptibles.

          Siguiendo con el mundo digital. Nos hipersaturamos de contenidos. Ahora sumamos webinars o videoconferencias, que por más que queramos darles nombres llamativos a los temas, o emplear estética llamativa para que se vea entre miles de anuncios, los webinars se han convertido en dank memes

          Pero así como lo digital cubrió muchas realidades, mostró que se generó una nueva interface: los con internet y los sin internet. Estudiantes con acceso a plataformas digitales para estudiar, versus estudiantes fuera de las ciudades que siguen andando muchas horas para ir a un colegio pero ahora para ir donde tengan señal o quedar tener un computador. Ancianos fuera de toda conexión y además aislados. Y así iremos viendo más realidades. Pero lo digital no está resolviendo la brecha digital, puede ampliarla y eso es de cuidado.

          Vivimos en ciudades rediseñadas con calles vacías, con reglas nuevas de movilidad, con cielos que aún son más claros que antes, con interfaces físicas, digitales y normativas que marcan una nueva narrativa urbana. Ya veremos si la polución crecerá o no.

          Y en todo este escenario, la ciudad, por su propia digitalización y servicios que brinde, se convierte en sí misma en una interface. Acceder a los servicios de una ciudad será equivalente a estar o no en un país. ¿Las ciudades, las Smart City, llegarán a ser pequeñas Estonia?



          Where all the Smart Cities (Duración: 14:27 - inglés)


          Y ¿qué es la ciudad ahora? 

          • Piensa en su ciudadanía, es previsora, se adelanta a los problemas y a nuevas realidades. 
          • Garantiza calidad de vida mínima.
          • Es resiliente pero más que eso, ahora debe resistir, aguantar y debe ayudar a resistir y aguantar.
          • Determina procesos que marcan un convivir y un confinamiento que es en sí mismo es convivencia, sea para vivir mejor o al menos mejor entre todos.
          • Genera y construye empatía cívica y urbana para que se respete el bien común.
          • Ya no es una ciudad de ingenierías, arquitecturas y municipios, sino que da una oportunidad de vida y de garantías, con equilibrio entre nuevos espacios para vernos, juntarnos y tocarnos, con nuevos espacios vacíos, desocupados, donde los ciudadanos deben participar co-construyendo las condiciones. 
          • Es un espacio donde la desigualdad, la exclusión, los guettos, no pueden ser permitidos. 
          • Piensa en las personas que se acercan a la ciudad pero terminan malviviendo, y piensa en las personas que ahora buscan estar lejos de la ciudad.
          • Debe ser inteligente para sacar lo mejor de la era COVID y desechar los malos aprendizajes de esta misma era.
          • Aprovechan el terreno ganado ante le mejora ambiental por disminución ambiental, deben explotar la digitalización y procuran transformarse para la gestión que conlleva, . 
          • Sabe que una cosa es combatir el COVID con una vacuna y otra cosa es la pandemia que se supera con y desde las personas
          • Etc.


          ¿Cuál es entonces la nueva Smart City?

          • ¿Es el espacio del dominio digital o del espacio de la convivencia?
          • ¿Habrá que crear un índice de felicidad urbano? ¿o un índice urbano de felicidad urbano?
          • ¿Precisaremos apps que nos indiquen el estado de los edificios donde vivimos para no salir?
          • ¿Imperará la socialización en modo whatssp como métrica de cohesión social?
          • ¿Qué haremos con la infraestructura informática para ciudades que cuya urbanidad ahora se mueve a escala humana y no a escala municipal?
          • ¿El capital humano de una ciudad cómo se medirá si ya no precisa estar en la ciudad?
          • ¿Cómo será la proyección de una ciudad, frente a su imagen de foco de contagios?
          • ¿Hasta dónde podremos mantener o mejorar la protección ambiental con el incremento de ruido ambiental o el plástico de guantes y otros utensilios de salud?
          • ¿La planificación urbana deberá re-pensarse?
          • ¿La ciudad importaría más por la cantidad de muertos que por las opciones de desarrollo?
          • ¿Cómo sabremos quién es ciudadano de una ciudad?
          • ¿Debemos pensar nuevos modelos de gobernanza o todo será ahora una gobernanza de base digital?
          • ¿Cómo será la economía de la ciudad, con personas que pagamos con dinero plástico y digital global en transacciones que no necesariamente serán objeto fiscal local?
          • ¿Seguiremos hablando de Smart City o habrá que hablar de Digital Smart Territory?
          • Etc.

          Muchos de estos temas ya están o estaban en debate, solamente que ahora hay que buscar respuestas rápidas y simplemente esperar lo que pase.

          Blog ganador Premio Novagob Excelencia 2017