domingo, 28 de diciembre de 2014

¿Qué hay más allá de la #interoperabilidad? : co-crear y co-diseñar la #innovación - #Ecuador #egovernment


¿Qué hay después de la interoperabilidad? Parece una pregunta ingenua y simple. Pero, no lo es tanto. Este post no pretende hacer un análisis esquizofrénico ni obsesivo de qué hacer cuando la interoperabilidad esté consolidada, sino simplemente buscar una respuesta en lo que ocurra cuando simplemente ya esté en marcha con cierta consolidación.

Ideas preliminares

Realmente saber que viene después de la interoperabilidad no parece ser muy preocupante ahora mismo. De hecho habría que saber cuando termina la interoperabilidad. ¿Acaba cuando ya no hay que dejar interoperando? ¿Acaba cuando ya no hay sistemas "isla"?. Etc. En realidad no sabría decir cuando acaba, pues incluso hay aún tanto por hacer hoy que la pregunta pierde fuerza.

Mirando en la historia de algunos países (no todos) en un sentido lineal de tiempo, la interoperabilidad ha sufrido varios pasos que otros países siguen intentando evitar errores. En esta linealidad surgen algunos pasos futuros, como: crear disposiciones nacionales que obligan a interoperar, comprar tecnología, descubrir que hay más de una interoperabilidad, y así sucesivamente hasta llegar a elaborar un framework y un plan nacional de interoperabilidad. Bueno, quienes hayan trabajado en aprendizaje y desarrollo organizacional, o incluso en modelos de madurez, saben que estos pasos son normales cuando se busca un aprendizaje escalonado, pero en el caso de la interoperabilidad esto puede ser muy costoso.

Así la cuestión de qué hay o existe o qué hay que hacer luego de la interoperabilidad cobra sentido. Porque sencillamente no puede ser un ejercicio de unificar e integrar conceptualmente sistemas socio-técnicos, y de compartir datos, información y procesos de forma inteligente y óptima, sino de responder rápido a las personas bajando costes y mejorando la calidad de vida. Se tratar de ir un poco más allá de poner un poco de orden sobre el caos existente, ni tampoco de crear una capa de organización impuesta sobre "islas", ni de pretender un alineamiento alrededor del íntimo deseo de compartir componentes y dispositivos organizacionales y tecnológicos, se trata de sacar valor añadido al esfuerzo colaborativo de orden y organización que la interoperabilidad exige.

Y en este plano, para quien escribe este blog, hay un paso natural: innovar.

Innovar desde la esencia

Para quienes provenimos del mundo de la Ingeniería de Proyectos en general, y del mundillo de los proyectos de innovación tecnológica en particular, es un asunto epistémico preguntarse cuando y cómo la innovación aparece. Sabemos que cualquier proyecto por definición innova, aunque quienes estén involucrados en el proyecto no sepan siquiera lo que es innovación. Bueno, lo esencial de la innovación es innovar sin saberlo ni pretenderlo. Pero no es la cuestión ahora, pero sirve la idea.

Me moveré con cuidado en el tema, pues es un asunto de susceptibilidades. Muchas personas dicen tener innovaciones cuando en realidad han avanzado de un nivel de madurez -3 a un nivel 1, pero no lo saben, o se dice que hay innovaciones cuando en realidad es una deslocalización de tecnología desde un espacio hacia otro, o se confunde innovación con emprendimiento. En realidad, hoy en día es difícil decir que hay espacio para muchas innovaciones. Y para quienes tenemos algunos años en informática vemos que se llama innovación al resultado del ejercicio de ingeniería de crear relaciones conceptuales entre datos donde antes no habían.

En tal sentido, preferirá no hablar de que la interoperabilidad da lugar a innovaciones. Sino diré que la interoperabilidad permite tener otra ventana para relaciones nuevas que permitirán "ver" nuevas soluciones. Suena raro, pero Humberto Maturana expresaba que simplemente ver nuevas opciones desde el lenguaje, crea mundos nuevos y nuevas explicaciones. Eso son innovaciones. El problema es que no estamos muchas veces listos para ver estas opciones. Desde la interoperabilidad creo que sí, si apostamos por la interoperabilidad cognitiva (ver "Interoperavidad: ¿de qué hablamos? -Diciembre 18, 2014-, https://cestay.wordpress.com/2014/12/28/interoperatividad-de-que-hablamos-realm-disclosing-sustantivo-sinergia-verbo-adjetivo-framework-plan-gobiernoelectronicoec-admpublicaec/).

Esto quiere decir que si logramos que las personas vean nuevas relaciones e interpretaciones de, por ejemplo, los datos y sus propias relaciones, podemos dar lugar a innovaciones. Pero como muchas veces no tenemos esa capacidad debemos crear espacios de innovación. Y aquí es donde surge la co-creación y el co-diseño de la innovación. Ojo, no me refiero a co-crear y co-diseñar innovaciones, sino que hablo del proceso de innovar. Si este proceso da lugar o no a innovaciones, sino simplemente a soluciones simples y evidentes pero factibles y de rápida puesta en marcha, pues ya se ha avanzado mucho.

Co-crear y co-diseñar la innovación

¿Pero cómo ocurre ésto?, especialmente en un espacio donde muchas veces la innovación no es común, como el sector público, o cuando no hay cultura, o la innovación es más un complemento a discursos. La interoperabilidad se presenta en varias dimensiones: semántica, organizacional, política, técnica, legal, socio-cultural y cognitiva, y en todas sus facetas: G2B, G2C, G2E y G2G.

En realidad ante la pregunta que origina este post no creo que la respuesta es qué haremos, sino cómo haremos para que ciudadanos y empresas disfruten cada vez más de los beneficios de interoperar. Y aquí surge otra pregunta: le interesa a las personas que se esté interoperando. Pienso que no. A una persona, un ciudadano, un empresario, un emprendedor, no ve que esto le sea relevante, sino que el gobierno sea un actor que le facilita su vida personal, laboral, profesional y/o empresarial. No quiere más trámites. No quiere que si ahora desea interoperar deba hacer trámites para "pedir permiso"  o "pagar impuestos". Interoperar debe ser invisible.

Ante estas cuestiones, la innovación no es la respuesta, sino innovar la innovación, el proceso de innovación, tal como ya apuntaba antes. La cuestión relevante no es la pregunta, sino la acción, es decir cómo promoveremos la innovación desde la interoperabilidad, no después de la interoperabilidad.

Sabemos que la interoperabilidad no acaba cuando se instala y robustece la tecnología que responda a la masa crítica esperada, o no acaba cuando la política tenga la interoperabilidad integrada como parte de sus cometidos finales. Está siempre allí, intentado que sea sostenible.

El reto del gobierno, del estado, del servicio público, es potenciar la innovación en las personas que muchas veces no están siquiera interesadas en colaborar con su gobierno o cualquier otro. Por eso hay que dar lugar a procesos de co-creación y co-diseño de la innovación.

Hablo de buscar mecanismos de participación y colaboración de las personas. Eso puede ser utópico pero es posible. Si estos canales se abren, consolidan y consiguen masa crítica sostenible, podemos comenzar a hablar de producir soluciones para y desde las personas desde un proceso de innovación renovado. En Ecuador hemos comenzado a apostar por un modelo integral de OpenGobLabs desde el día 18 de Diciembre del 2014 con retos para el 2015, pero de este tema ya escribiré más adelante.

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